Un equipo técnico-comercial de Biovet visita una granja de camarones en México en julio
Un equipo técnico-comercial de Biovet S.A. se desplazó en el mes de julio al estado de Sonora (México) para visitar una granja de camarones (Penaeus Vannamei) situada en la costa del pacífico. El camarón blanco es nativo de la costa oriental del Océano Pacífico, desde Sonora, México al Norte, hacia Centro y Sudamérica hasta Tumbes en Perú, en aguas cuya temperatura es normalmente superior a 20 °C durante todo el año.
Según explicó la Dra. Elvira Cano, veterinaria del equipo de Biovet S.A, “la implementación medidas de bioseguridad y manejo en las técnicas de cultivo para el crecimiento de Penaeus Vannamei han aumentado en los últimos años, con el objetivo de mejorar el estado sanitario y evitar o minimizar el desarrollo de microorganismos patógenos, como síndromes virales que afectan al estado de salud, causando inmunosupresión, la cual favorece la colonización de otros microorganismos patógenos secundarios”.
Dentro de estas medidas se incluyen: sistemas de recambio de agua, aireación, monitoreo del fitoplancton y “un aspecto muy importante”: el control de la alimentación, adaptado a cada fase de crecimiento. En este sentido, cabe destacar que “el uso de pronutrientes a través de la dieta, mejora el estado fisiológico del camarón y reduce así, el desarrollo de microorganismos patógenos”, apuntó la Dra. Cano.
Respecto a los pronutrientes, la Dra. mencionó a los “optimizadores de la mucosa intestinal, como el Alquernat Zycox, que fortalece el sistema inmune local intestinal”.
Por otro lado, “la adición de un conservante a la dieta, reduce la contaminación por microorganismos patógenos a través del alimento”, explicó y añadió que “el conservante y bactericida Alquermold Natural, evita o minimiza el desarrollo de microorganismos patógenos, al mismo tiempo que equilibra la flora intestinal, gracias a su efecto bactericida”.
CRECIMIENTO DEL CONSUMO DE CAMARONES
El camarón es uno de los mariscos más sabroso y nutritivo, pertenecientes a la familia de los crustáceos. Su consumo experimenta un crecimiento considerable en todo el mundo.
Se trata de un alimento bajo en grasa y en calorías; alto en proteínas; rico vitaminas D, E y B12; en yodo, el cual favorece el funcionamiento de los tejidos nerviosos y musculares; zinc y selenio, dos minerales necesarios a nivel celular para la activación de las enzimas; sodio; potasio; y ácidos grasos esenciales, especialmente omega 3, los cuales tienen importantes beneficios para el organismo y para conseguir un buen funcionamiento cardiovascular.
